Sarah Jane Weaver: 1 mensaje inolvidable de la visita del presidente Ballard a Nueva Inglaterra

Los misioneros caminan a una reunión en el Monumento del lugar de nacimiento de José Smith en Sharon, Vermont el sábado, 19 de oct. de 2019.
Jeffrey D. Allred, Deseret News
Sarah Jane Weaver: 1 mensaje inolvidable de la visita del presidente Ballard a Nueva Inglaterra

Los misioneros caminan a una reunión en el Monumento del lugar de nacimiento de José Smith en Sharon, Vermont el sábado, 19 de oct. de 2019.
Jeffrey D. Allred, Deseret News
SHARON,Vermont — Al presidente M. Russell Ballard, presidente en funciones del Cuórumde los Doce Apóstoles, no le molestó el frío afuera en el centro paravisitantes del Monumento del lugar de nacimiento de José Smith. Abotonó su sacoy camino directo hacia la brisa fría de la mañana.
Elvenerable líder de la Iglesia de 91 años pasó la siguiente hora escudriñando elmonumento y el sitio de la casa original de los Smith. Caminó por un senderoarbolado, observando los cimientos de una casa que en algún momento leperteneció a Solomon Mack (padre de Lucy Mack Smith) y deteniéndose para verlos restos de un puente de piedra histórico que todavía muestra surcos talladospor las ruedas de las carretas hace unos 200 años.
Estaárea, donde los niños Smith pasaron sus años de formación, tiene gransignificado para el presidente Ballard, un tataranieto de Hyrum Smith, hermanodel Profeta José Smith.
Peroa medida que se preparó para el viaje, el presidente Ballard dijo que suspensamientos también se volvieron hacia otro abuelo, el élder Melvin J. Ballard— quien pasó algunos de sus últimos días en el sitio.
Alfinal de su vida y a pesar de su mala salud, el élder Melvin J. Ballard, unmiembro del Cuórum de los Doce Apóstoles de 1919 a 1939, viajó a Sharon,Vermont; su esposa le rogó que no fuera.
Aunasí, cuando él llegó a Sharon, el élder Ballard estuvo de pie por 40 minutos ydeclaró su testimonio del Profeta José Smith con firmeza en el mismo lugar queél nació. Luego él manejó a Boston y ofreció lo que llegaría a ser su últimodiscurso y testimonio como un miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles. Élregresó a Salt Lake City — manejando cada milla él mismo y necesitando ayudapara salir de su auto — y falleció de leucemia dos semanas después.
“Élestuvo aquí y se negó — a pesar de que tenía muy poca energía — a renunciar ala responsabilidad que él tenía de declarar la palabra del Señor ante el mundo… en el lugar de nacimiento del Profeta en esta, la dispensación delcumplimiento de los tiempos”, dijo el presidente Ballard.
Cuandose le dio la oportunidad de contemplar el último viaje de su abuelo, elpresidente Ballard reflejó en su propia niñez.
“Miabuelo Ballard falleció antes de que yo cumpliera los 11 años”, dijo elpresidente Ballard. “Y desafortunadamente, en esos primeros años de mi vida,mis padres todavía no estaban activos en la Iglesia. Una de las tristezas másgrandes de mi vida hoy en día, es que nunca lo escuché discursar, nunca loescuché cantar. Nunca fui al Tabernáculo para una conferencia general en miniñez. Y a menudo he pensado, si yo hubiera sabido que esto me iba a suceder,este tema de seguir en sus pasos tantos años después, me hubiera gustado sabery me hubiera traído felicidad que él me dijera más sobre lo que significa serun apóstol”.
Veral presidente Ballard caminar en los terrenos sagrados del lugar de nacimientode José Smith fue reflexivo. Este lugar sagrado no solo representa un comienzoimportante, sino también un fuerte sentido de seguir adelante.
Haceun año, en el cumpleaños número 90 del presidente Ballard, él asistió a losservicios funerarios de su amada esposa, la hermana Barbara Ballard. Desdeentonces, él ha mantenido un horario ocupado de trabajo y de viajes como laAutoridad General de la Iglesia que ha prestado servicio por más tiempo.
Susacciones diarias son un tributo a su legado. Así como Joseph Smith Sr. y LucyMack Smith sufrieron pérdidas de cosechas y dificultades económicas mientrasvivían en Vermont, y el élder Melvin J. Ballard continuó compartiendo sutestimonio del Salvador en las últimas semanas de su vida, el presidenteBallard viajó a Boston y se dirigió ante una reunión de 12 000 personas.
Conuna visión apostólica, él se abotonó el saco, subió al podio y pidió a losSantos de los Últimos Días que se “unan a un nuevo movimiento”.
“Lessuplico esta noche que oren por este país, por nuestros líderes, por nuestragente y por las familias que viven en esta gran nación fundada por Dios”.
Comolos padres fundadores que establecieron los Estados Unidos, y sus antepasadosSmith y Ballard, el presidente Ballard nos pidió a todos, a pesar de losdesafíos que enfrentemos, seguir adelante.
Aldiscursar en otra reunión en Boston solo 24 horas antes, el presidente Ballardexplicó por qué seguir adelante importaba en 1805 cuando nació José Smith y porqué importa hoy en día. Tenemos que seguir Adelante, dijo él, “porque esverdadero”.
— Sarah Jane Weaver es la editora de Church News.