Resumen del discurso

Al igual que la fórmula matemática de una línea, todas tienen diferentes intersecciones, o puntos de partida, en la vida — algunos nacen con intersecciones altas, llenas de oportunidades. Otros enfrentan desafíos que pueden parecer injustos. Sin embargo, “Nuestro futuro estará determinado menos por nuestro punto de partida y mucho más por nuestra pendiente”.

Para aquellos que enfrentan circunstancias iniciales difíciles: “Primero, concéntrense en hacia dónde se dirigen y no en dónde comenzaron”. No ignoren las circunstancias “pero centrarse demasiado en un punto de partida difícil puede hacer que los defina e incluso limite su capacidad de elección”.

También, “involucren al Señor en el proceso de elevar su pendiente”.

Para aquellos con puntos de partida elevados: “Primero, ¿podemos mostrar algo de humildad por las circunstancias que tal vez no hayamos creado nosotros mismos?”

En segundo lugar, no se centren en un punto de partida elevado y dejen que la pendiente se estanque. “Incluso cuando las cosas parecen ir bien, debemos buscar oportunidades para mejorar a través de una petición en oración”.

Uno de los milagros de la Iglesia del Señor es que cada uno puede llegar a ser algo más en Cristo. “Ya sea que comencemos en circunstancias espirituales difíciles o abundantes, mantengamos la vista y nuestras pendientes apuntando hacia el cielo. Al hacerlo, Cristo nos elevará a un lugar más alto”.

Lea el discurso completo: Llegar a ser más en Cristo: La parábola de la pendiente

Acerca del élder Gilbert

• El élder Clark G. Gilbert nació en Oakland, California, el 18 de junio de 1970, es el mayor de los cuatro hijos de Paul Ensign Gilbert y Susan Carlson Gilbert.
• Después de recibir una licenciatura de la Universidad Brigham Young y una maestría de la Universidad de Stanford, obtuvo un doctorado en Administración de Empresas de la Universidad de Harvard.
• Conoció a Christine Calder, quien era compañera de cuarto de su hermana, mientras los dos asistían a BYU. Se casaron el 5 de febrero de 1994 en el Templo de Salt Lake y son padres de ocho hijos.